El mezcal Valiente Bravo, que empieza a producirse allá por los años 60s en los valles centrales de Oaxaca por iniciativa de de un gran hombre, campesino y con una visión de futuro, de nombre Leobardo Bravo, quien con la instalación de un palenque y asesorías de su Padrino David Elorza, da inicio a una gran empresa de la bebida mas aceptada y posicionada hoy en los mercados de todo el mundo.

El mezcal valiente bravo, son sacadas totalmente artesanales, empezando con los terrenos que son silvestres sin ninguna contaminación de abonos o rociadas de químicos que dañan la tierra , la flora y la fauna, en síntesis conservando el ambiente natural. Sobre esta base los magueyes maduran sanos que son cortados con el sazón al punto, y que decir de todo el proceso que al pasar al horneado se hace con leña y piedras de rio, después la machucada que se hace con mazos o con una piedra jalada por caballos, paso seguido se pasa el gabazo a tinas donde

inicia el proceso de fermentación que dura alrededor de 10 días con bacterias naturales del ambiente, y ya al final la destilación que se hace en recipientes de cobre en una olla del mismo material que es atizada también con leña. Un proceso 100% artesanal. A la muerte de Leobardo Bravo su hijo Braulio Bravo y su nieto Carlos Bravo siguieron la tradición de este proyecto legendario y así incorporaron a un gran amigo Daniel Blanco que en conjunto hoy los 3 trabajan en la comercialización de esta bebida sagrada que corre y vive en la herencia y magia de la tierra de Bravos. Más de 60 años de historia y experiencia dan un sabor único a esta bebida espirituosa y mística que la hace exquisita a todos los paladares más exigentes de México y del extranjero.